Su inquietud por hacer siempre cosas nuevas, le llevó a explorar sus habilidades como artesano a través de la madera, de la resina y del arte electrónico. Es un amante del diseño de bisutería y de la decoración del hogar, pero lo más remarcable es su capacidad para reciclar productos tecnológicos y transformarlos en auténticas obras de arte. Para lo que muchos es sólo chatarra inservible, para Benja son posibilidades infinitas que se transforman en los caprichos de los más frikis: un caza imperial, un transporte acorazado, R2D2, C3PO, cualquier nave imperial de La Guerra de las Galaxias, la nave Enterprise de Star Trek, una Harley Davidson o un coche de carreras. Esta pasión por el arte electrónico surgió gracias a que un compañero le propuso hacerle una figura para regalársela a su primo. La sorpresa fue que cuando le entregó la figura al compañero, le gustó tanto que se la quedó para él. Y es que lo que más ama de su trabajo como artesano es la satisfacción de lograr las cosas que se propone y saber que a la gente le gusta lo que hace.